IU, DE LA PINZA AL PINZAMIENTO MENTAL

IU RENUNCIA A SER DE IZQUIERDAS Y COMO LES PASÓ A LOS ANDALUCISTAS, TAMBIÉN QUIEREN PUESTOS EN EL REPARTO DEL BOTÍN.

En IU no se aclaran, ¿o tal vez sí?. Mientras asistimos al desmantelamiento del estado del bienestar a calor de un tsunami de la avaricia neoliberal, que paradójicamente fue el origen esta gran crisis capitalista, a la vez que el hundimiento del PSOE va a ser un hecho histórico, IU es incapaz de hacer política de izquierdas más allá de las palabras mitineras. El hueco está, pero renuncia a ocuparlo.

A los hechos: son incapaces de criticar la traición de CC.OO y de UGT en el pensionazo, la mayor puñalada trapera a los derechos de los trabajadores en toda la democracia; son incapaces de encabezar un movimiento ciudadano que canalice el descontento contra la corrupción y el partitocracia canovista de alternancia entre lo malo y lo peor; no piden listas abiertas;  no solicitan una reforma electoral más allá que se reconozca el legítimo derecho a la igualdad del valor del voto, etc. 

Las encuestas no mienten, pues advierten que el PSOE se derrumba, pero también que IU apenas crece en intención de voto. Están sin pulso, deseando pactar con el PSOE para repartirse puestos. Han orillado la política de Julio Anguita de discutir de programa y no de puestos, y lo peor, ya no se cortan un pelo, y dicen sin ambages, como hizo su diputado Pedro Vaquero en el debate final de la Ley del Decretazo, que no volverán a la "infame" pinza con el PP. 

 

¿Pero existió tal pinza? 

En esa legislatura, la del 94 al 96, el 90% de los proyectos de ley fueron consensuados por el PSOE e IU y se hizo más por limpiar la política que en todos los años de la transición juntos. ¿Cual era el problema? Que los cortijeros tenían las manos atadas para sus cacicadas y que la IU de Julio Anguita no tragaba en intercambiar sillones por silencio, quería avanzar en políticas sociales y para ello quería un programa conjunto de Gobierno. IU se negaba a refrendar una Ley de Presupuestos que no fuera en esa línea. Así pues, tuvieron que llamar al  7º de caballería mediática, con El País a la cabeza, para que lanzara un ataque conjunto con Canalsur y repetir machaconamente que el PSOE y ¡Andalucía! eran unas víctimas inocentes de la intransigencia de Julio Anguita. Convirtieron en verdad una mentira repetida mil veces. Aquella campaña fue tan brutal que hoy se estudia en la Facultades de Periodismo del mundo entero como un fenómeno de la manipulación mediática.

Esta argumentación la estuvo defendiendo IU durante años, sin embargo ahora al cambiar el discurso advirtiendo que no volverán a la pinza, asumen que la misma existió. ¿Para qué decir esa mentira autoinculpatoria? Es evidente que quieren puestos, aunque el precio sea tan deleznablemente mezquino. Ya no se acuerdan de La Pasionaria cuando dijo aquello de que era preferible morir que vivir de rodillas. En qué poca cosa está quedando el PCE, que mirando por los intereses personales de sus dirigentes van camino de lo que les pasó a los andalucistas, su desaparición.

La única pinza que entendemos muchos es la del PP y la del PSOE que practican la misma política económica y antisocial. Allí donde cada uno gobierna se encarga de liquidar políticas sociales. Obedecen al mismo patrón: el capitalismo salvaje.

Público.es

"Preocupación" en la cúpula de IU por el hundimiento del PSOE

La dirección comparte que los comicios lleven a la mayoría absoluta al PP y despojen a la federación de su poder territorial // Los dirigentes ven "dramático" el agotamiento del proyecto socialdemócrata, aunque coinciden en que no es su "culpa"

“Si el PSOE sube mucho, nos funde, y si le va muy mal, también nos hace polvo”. Lo decía con cierta sorna, pero este dirigente de IU traducía ayer gráficamente una “preocupación” extendida en la dirección federal y compartida por todas las familias: el temor a una absoluta debacle de los socialistas en los comicios del 22-M y, a más largo plazo, en las generales. Ello mermaría, a la postre, la “capacidad de influencia” de la federación, sus posibilidades mismas de hacer y de demostrar políticas alternativas. "¿De qué nos sirve tener un diputado más si no hacemos nada?", se preguntaba uno de los cuadros territoriales. Y la influencia no es cosa menor, porque es lo que ahora más exhibe la cúpula en estas elecciones: gestión, una forma distinta de "abordar los problemas", según describía ayer mismo el propio Cayo Lara. "Estamos para gobernar, para transformar", recordaba una regidora andaluza en los pasillos donde se celebró la Convención Autonómica y Municipal.

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